¿Qué quieres ser cuando seas libre?
Una de las preguntas que mas nos hacen cuando somos niñas es qué queremos ser de mayores… Menuda pregunta!! Hay quien lo tiene claro desde el principio pero… ¿y si no lo tengo tan claro? ¿Y si quiero ser astronauta?
Poco a poco, vamos perfilando nuestra idea y, a medida que vamos creciendo y cambiando, vamos tomando las decisiones que creemos adecuadas para ser eso que queremos ser cuando seamos mayores.
Y trabajamos, y estudiamos, y decidimos… siempre pensando en lo mejor para nuestro futuro. Nos frustramos si las cosas se ponen feas cuando surgen dificultades para conseguir ser “ese mayor del futuro” que siempre soñamos que seriamos: periodista, madre, profesora, ejecutiva en una multinacional, vivir en el campo o mudarnos a Nueva York.
¿Por qué no nos enseñan a ser más libres? A no juzgar. A aceptar la vida tal y como viene. A vivir el “aquí” y el “ahora”. A entender que no podemos controlarlo todo y que no todo depende de nuestras decisiones.
¿Por qué no nos enseñan que no es malo mostrar nuestras emociones? Que se puede llorar en público y manifestar con naturalidad que algo no nos gusta.
Con el tiempo he aprendido a que puedo elegir qué caminos tomar en mi vida y que las cosas pueden no salir como yo esperaba. Y no me frustro ni me resigno. Y sigo perseverando en mi objetivo libre de culpa o decepción.
He aprendido que la vida tiene muchos caminos y a disfrutar del paisaje.
He aprendido a ponerme en la piel del otro y no juzgar las decisiones que toman los demás. A comprender que no siempre podemos comprender… y a respetar.
Que mostrar mis sentimientos y emociones me hace más valiente.
Y me siento mucho más libre. Y me dejo llevar sin perder el control ni tampoco dejando las cosas al azar… porque sé que es así como quiero vivir el presente. Y que el futuro lo construyo cada día.
Que cada segundo que pasa ya no vuelve.
Y no cuento los días que me quedan para las vacaciones porque no quiero perderme ni un minuto del día de hoy.
Y sé que lo que quiero ser de mayor es libre. Y también sé que no voy a esperar a ser mayor para ser lo que quiero ser hoy.